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Duelo y pérdida

Duelo y pérdida

Los procesos de duelo y pérdida son los más dolorosos que un ser humano puede vivir y en esos momentos nuestro propio entorno a veces no sabe cómo acompañarnos, qué decirnos(a veces incluso se usan frases tan desafortunadas como 'el tiempo todo lo cura' pero el tiempo sin más no cura, cronifica) , pues si poco nos han enseñado a todos reconocer y manejar nuestras emociones mucho menos nuestro dolor más profundo. A veces buscamos pasar página, 'olvidar' cuanto antes, retomar nuestra vida 'normal', negando todas las emociones que se han despertado, buscando cómo adormecerlas o huir de ellas para 'estar bien' rápidamente.

 

Pero esto sólo un parche que puede hacer que la herida cierre en falso y en muchos casos nos cuesta volver a ser los que fuimos, cargando un gran peso, sobre todo en nuestro corazón, sin lograr entender que con cada pérdida realmente algo muere en nuestro interior y ya no volveremos a ser los mismos, que realmente se trata de renacer de nuevo... y que si logramos validar todo lo que acontece en nuestro interior, permitiéndonos todas las emociones, que a su vez nacen y mueren si se lo permitimos, sin duda renaceremos renovados, habremos crecido interiormente, madurado, aprendido mucho de nosotros mismos, logrado transformar nuestra experiencia en sabiduría.  

 

Y no existen pérdidas 'grandes' o 'pequeñas', no podemos cuantificar el dolor, pues el dolor es proporcional a la importancia que tenía en nuestra vida(la intensidad del vínculo emocional) la persona, animal, objeto, trabajo, situación... que hemos perdido. Pero eso sí, toda pérdida no resuelta y cicatrizada se hará presente, consciente o inconscientemente, en la siguiente, junto con todas las emociones reprimidas: tristeza, rabia, shock… o quizás nos puede afectar impidiéndonos abrirnos o vincularnos de nuevo por temor a volver a perder. Toda pérdida deja una herida, que ha de cicatrizar adecuadamente. También las pérdidas perinatales, a las que a veces no se les da importancia o voz, pero que dejan una huella que ha de ser tenida en cuenta.

 

Si te encuentras en estos momentos en uno de estos procesos o si aún cargas con la herida no cerrada de una antigua pérdida, te ofrecemos un espacio donde te acompañaremos desde con respeto, Presencia, Amor y todas nuestras herramientas y formación disponibles, a cruzar el puente del duelo a la Libertad y el Amor.

 Únicamente aquellos que evitan el amor, pueden evitar el dolor del duelo.

Lo importante es crecer, a través del duelo, y seguir permaneciendo vulnerables al amor.

John Brantner

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No apartes la mirada de la venda que cubre tu herida,

pues por ahí te entrará la luz.

Rumi

 

Sesiones de 01:15-01:30 aproximadamente / 50 €. Necesario cita previa. 

 

Facilitado por María José Díaz, formada en Psicología Transpersonal, especialidad procesos de Duelo y Pérdida

En la sección de Recursos tienes mi Tesis CRUZANDO EL PUENTE: DEL DUELO A LA LIBERTAD Y EL AMOR, así como recursos homeopáticos para este tipo de procesos en el Manual de Homeopatía básica.

 

Sa = Infinito, la totalidad del cosmos
Ta = vida (nacimiento desde lo infinito)
Na = muerte (o transformación)
Ma = renacimiento

Mantra de la transformación, del ciclo infinito entre la Vida y la Muerte

Pulsa en la imagen

 

 

 

 

 

 

 

 

Entrevista a la Dra. Anji Carmelo:

–Y... ¿Cómo se salta al “renacimiento”?

–Si has expresado todo lo que hay que expresar, y si ya admites a ese nuevo ser que en ti ha nacido del dolor, ¡es cuando renaces!

–¿A qué nuevo ser se refiere?

–Tras la experiencia de dolor, tú ya no eres el que eras antes. Jamás volverás a ser el que fuiste: eres otro. ¡Un ser nuevo! Si lo admites y admites que tu vida puede mejorar (aunque no esté esa persona querida), ¡renaces!

–Suena fácil, sí, pero si a alguien se le muere un hijo, esto debe de ser muy difícil...

–¿Difícil? ¡Es heroico! ¡Con ese dolor, abrir los ojos cada mañana es una heroicidad! Esos padres no saben verlo en ese momento, pero son verdaderos héroes. Al final, sentirán a su hijo dentro de ellos, más cerca que nunca, y vivirán una vida nueva con él.

–¿Cuánto tiempo tiene que transcurrir?

–Cada persona necesita su tiempo. Un año, dos... ¡Pero que nadie se sienta culpable si llega antes! El tiempo de duelo no es el barómetro del amor que sentías por alguien.

–¿Qué técnicas pueden ayudar a “renacer” a quien sufre tras la muerte de un ser amado?

–En verdad, se trata de sentir cariño por uno mismo.

 

 

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Duelo y pérdida Madrid
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